La bajada de tipos de interés es positiva y debe continuar
El Banco Central Europeo ha vuelto a bajar hoy un cuarto de punto el tipo de interés oficial del dinero, dejando el de referencia (facilidad de depósito) en el 3,25%. Prosigue así la senda de relajación de la política monetaria que inició en el mes de junio, acumulando ya un descenso de 0,75 puntos porcentuales. El tipo correspondiente a las operaciones principales de financiación de la banca se sitúa en el 3,40%. Son pasos en la dirección adecuada, que, al reducir el coste de los créditos y préstamos, contribuyen a hacer más atractivas las inversiones empresariales, a aliviar el elevado peso financiero de las hipotecas en el presupuesto de los hogares y a impulsar su consumo y, en consecuencia, la actividad económica y la creación de empleo. También es una medida positiva para las finanzas públicas, puesto que suaviza el coste de la deuda.
Se debe, por tanto, valorar positivamente la medida, que se encontraba ya descontada en las expectativas de los agentes económicos, en base a la declaración de intenciones expresada en sus comparecencias por la Presidenta del BCE. Pero se trata, no obstante, de una actuación tardía y poco ambiciosa, dada la situación de atonía de las economías del euro, que requieren de un impulso más decidido, una vez controladas las tensiones inflacionistas. Hay que recordar que la zona euro crece sólo un 0,6% anual, que Francia e Italia apenas llegan al 1%, y que Alemania se mueve desde hace un año al borde de la recesión.
Aunque España registra un comportamiento notablemente mejor, con un aumento del PIB superior al 3% anual en el segundo trimestre del año, se vería favorecida adicionalmente por el avance de la actividad de sus socios de la eurozona, puesto que redundaría en un fortalecimiento de sus exportaciones.
El BCE erró en su diagnóstico en la pasada crisis inflacionista y adoptó una innecesariamente rigurosa política monetaria que ayudó poco a reducir el aumento de los precios, que se derivaba de puntuales circunstancias relacionadas con la oferta y no de presiones de la demanda. Por el contrario, lastró de manera crucial la inversión y la actividad y castigó excesivamente el bolsillo de los hogares al elevar su coste hipotecario hasta niveles insoportables para buena parte de ellos. El FMI recalca ahora esta inapropiada conducta en uno de los capítulos que ha anticipado de su nuevo informe de Perspectivas de la economía mundial, que se conocerá íntegramente la semana que viene, y en el que recomienda revisar las estrategias de política monetaria ante venideros episodios inflacionistas.
En definitiva, desde UGT valoramos positivamente la nueva bajada de tipos decidida por el BCE, pero reivindicamos nuevos pasos más intensos en esta dirección en lo que queda de año, así como una revisión de la estrategia global del banco central para que tenga en cuenta en sus decisiones variables de la economía real, como la actividad y el empleo, como ya hacen otros bancos nacionales, como la Reserva Federal.