A pesar del descenso de las estadísticas de accidentes de trabajo publicadas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, tenemos que lamentar la muerte de 624 personas trabajadoras durante los diez primeros meses del año. Son datos graves que reflejan la realidad de la situación: cada día dos personas mueren por el simple hecho de intentar ganarse la vida. 

Hasta el mes de octubre del presente año se han registrado 446.435 accidentes en jornada de trabajo y 74.967 accidentes in itinere. La variación en relación a los diez primeros meses del año anterior se situó en -2,3% para los accidentes en jornada y en +1,8% para accidentes in itinere. Son cifras muy elevadas a pesar del descenso experimentado entre los accidentes sucedidos durante la jornada de trabajo. 

Ante estas escandalosas cifras y tras 30 años de vigencia debe modificarse la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Desde UGT venimos reivindicando una revisión profunda de esta normativa en materia preventiva que consiga acabar con la siniestralidad laboral, pero también con el objetivo de abordar los nuevos retos preventivos traídos de la mano de las transiciones demográfica, climática y digital.

Lamentablemente, la Mesa de Diálogo Social en la que se estaba negociando esta modificación se ha cerrado sin el acuerdo de la patronal. Tras unas largas negociaciones, que han transcurrido a lo largo de 20 meses, la patronal ha bloqueado cualquier posible acuerdo en este ámbito. Por ello, instamos al Gobierno a buscar otras alternativas frente a este bloqueo.

Son muchos los retos que se abordaron a lo largo de esta negociación y que desde UGT hemos intentado que se incorporasen tanto a la Ley de Prevención como al Reglamento de los Servicios de Prevención. Por ejemplo, la incorporación de la perspectiva de género y de edad, la protección de la seguridad y salud frente a los riesgos climáticos, así como de aquellos derivados de la digitalización del mundo del trabajo como por ejemplo la desconexión. Sin olvidar la protección de la salud mental de las personas trabajadoras, que se encuentra seriamente mermada y que, sin lugar a dudas, se ve influida por las condiciones de trabajo y la precariedad laboral. 

También, desde UGT, reivindicamos la creación de una figura similar a la del Delegado/a Territorial de Prevención de Riesgos Laborales a nivel estatal. Esta figura ayudaría, sin duda, a mejorar la gestión de la prevención de riesgos laborales en aquellas PYMES de nuestro país que no tienen representación sindical. 

Igualmente, el dotar de crédito horario específico a los delegados y delegadas de prevención es otra propuesta que no se ha materializado dado el bloqueo patronal.