La política económica y el Diálogo Social han sentado las bases de un crecimiento más equilibrado
En relación con la información publicada hoy, cabe destacar un aumento trimestral del consumo del 1,4%, mientras que la inversión productiva desciende un 0,9%, siendo el primer retroceso tras tres trimestres de aumentos. Por el lado de la oferta, se registran incrementos en la actividad en todos los sectores salvo en la construcción que cae un 1,4%.
Es evidente que la economía española atraviesa un momento dulce, con un aumento del empleo robusto (que se volvió a ver en la EPA del tercer trimestre, publicada la semana pasada) y un crecimiento del PIB también notable, acelerando por cuarta vez consecutiva, de confirmarse el dato provisional publicado hoy. Parte de este éxito se debe a la moderación de los precios y al cambio de las expectativas económicas, sobre todo después del cambio de rumbo de la política económica que el Banco Central Europeo (BCE) ha llevado a cabo.
De un lado, por lo que se refiere a la moderación de los precios, la inflación se ha ido reduciendo hasta registrar una tasa anual del IPC del 1,5% en octubre según el dato avanzado conocido hoy, su valor más bajo en 3 años y medio, y un 2,8% en promedio para 2024. Ésta se complementa con las mejoras salariales que se registran en los convenios colectivos, que hasta septiembre son del 3,9% en media para los firmados en 2024. De esta manera, los salarios comienzan a recuperar poder de compra, en buena medida como consecuencia del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que se firmó en mayo de 2023 y que impulsó la negociación salarial al alza.
Por otro lado, tras dos años de subidas de tipos de interés, el BCE realizó a mediados de 2024 la primera bajada, algo que UGT había reclamado con insistencia, puesto que la crisis inflacionaria respondía sobre todo a problemas de oferta. Desde entonces acumula tres descensos, hasta situar el tipo de referencia en el 3,25%, y con la expectativa de, al menos, un nuevo descenso antes de fin de año, lo que favorece la inversión y libera fondos de la deuda hipotecaria de los hogares que pueden dedicar al consumo.
Pero, sobre todo, la buena situación económica actual se deriva de la adecuada estrategia de política económica aplicada desde la pandemia, con actuaciones y reformas que han minimizado los daños de aquella y que han sentado las bases de un crecimiento más equilibrado. En especial, hay que poner en valor las actuaciones que se han derivado del acuerdo en el diálogo social.
Los fondos europeos como herramienta de transformación del modelo productivo
A ello se han sumado instrumentos como los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que están contribuyendo a impulsar la economía española, sobre todo desde 2023. En este sentido, los recursos de este plan están ejerciendo como herramienta de transformación del modelo productivo actual, virando las actividades hacia otras más sostenibles, de alto valor añadido y con mejores condiciones laborales, como sucede con algunas industrias. No obstante, no están logrando atraer de manera suficiente inversión privada, algo que se puede contrastar con el ritmo tan moderado de crecimiento que recoge la inversión productiva en la Contabilidad Nacional (un 1,8% anual).
En definitiva, la economía española avanza a buen ritmo, mejorando incluso respecto a los últimos trimestres y con previsiones de continuar en esta línea. No obstante, es imprescindible que los salarios recuperen el poder adquisitivo perdido con la crisis inflacionaria, además de profundizar en la implantación del Plan de Recuperación, para que sea capaz de atraer la inversión privada y sentar los cimientos del crecimiento en el medio y largo plazo con una visión sostenible, de progreso y de justicia social.